HARPÍA

Monstruo femenino en forma de un ave. Roban comida de sus víctimas mientras comen y se llevan a los malechores.

Este Club Deportivo de Carrom rememora a HARPÍA, eran inicialmente seres con apariencia de hermosas mujeres aladas, cuyo cometido principal era hacer cumplir el castigo impuesto por Zeus a Fineo: valiéndose de su capacidad de volar, robaban continuamente la comida de aquel antes de que pudiera tomarla.

En tradiciones posteriores fueron transformadas en genios maléficos con cuerpo de ave de rapiña, horrendo rostro de mujer y afiladas garras, que llevaban consigo tempestades, pestes e infortunio. Esta es la forma que acabó por imponerse y que ha perdurado hasta la actualidad.

A la versión básica de este mito se le fueron añadiendo nuevos detalles con el discurrir del tiempo: las Harpías ya no robaban la comida, sino que la ensuciaban con sus excrementos, corrompiéndola. Pronto empezaron a ser vistas como difusoras de suciedad y enfermedad, adquiriendo así su más célebre apariencia monstruosa.

Bajo esta nueva forma fueron también impartidoras de castigo, raptando a la gente y torturándola de camino al tártaro en un difuso solapamiento con las Erinias. Eran despiadadas, crueles y violentas, y vivían en las islas Estrófades. Se las consideraba personificaciones de la naturaleza destructiva del viento.

Personifica la evolución de HARPÍA:

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